octubre 2006 - marzo de 2007
Museo Municipal J. M. Blanes
por Fernando Loustanunau
La muestra no tiene como hilo conductor ninguno de los elementos convencionales que suelen servir de fundamento para una exposición Los artistas que la integran no pertenecen a la misma generación, ni han adherido a la misma escuela, no están todos vivos ( ni todos muertos), no han trabajado habitualmente con los mismos materiales: el vaso comunicante es su trabajo en papel, un testimonio mas de la infinitas opciones del noble material Con esa excusa, las paredes del Museo Blanes muestran obra de Gladys Afamado, Michael Barh, W Barcala, Juan Burgos, R। Lanzarini, Marco MAggi, Nelson Ramos, Ernesto Vilaje
Hay tres piezas de Afamado que presentan innovaciones de un fuerte contenido ritual, algo que el título ya anuncia de modo deliberado : “ Altar y Recuerdo ”. Es un trabajo ecléctico en que se destacan referencias al mundo precolombino. Afamado agrega materiales en principio de difícil complementación plástica, pero obtiene sin embargo resultados satisfactorios, valiéndose de diferentes escalas y superficies. La presencia de espejos y hasta de piedras, podría parecer incompatible con el efecto perseguido, pero el oficio de la artista logra ensamblarlos. Sobrevuela una censura a la conquista ibérica, rescatándose un aura que logro sobrevivir a tanto suplicio.
M. Maggi con una técnica mixta sobre papel, trabaja sobre rectángulos que se desarrollan como bloques de edificios, una metáfora tal vez de los espacios habitables en el mundo contemporáneo o verdaderas jaulas urbanas. Maggi se vale de referentes tales como Mira Schendel, Carmelo Arden Quin, Carlos Cruz Diez o Tomas Maldonado. Y así se perfilan, invadiendo esas ventanas de papel, diferentes signos que nos invitan a pensar la obra de otros artistas. El efecto plástico es contundente y hace meditar en ideas varias: inserciones publicitarias en espacios públicos el literal encajonamiento del tiempo presente, posibilidades del arte en espacios no convencionales, etc. Por no agregar términos cibernéticos, que nos llevaría a abrir ventanas, dígase Windows.
De Barcala hay solo una obra y tal vez de la serie que le dio notoriedad ya maduro. Se trata de un collage multicolor donde el artista superpone capas generando ricas texturas. Juega con figuras dibujadas con simpleza, como aludiendo al mundo infantil; todo rodeando una suerte de máscara o imagen humana en proceso de descomposición. Particularmente sofisticados captan la atención los llamados “ Libros de Job”, pertenecientes a Lanzarini. Tan mínimos como meticulosos, estos dibujos en tinta sobre papel seda exhibidos próximos al suelo nos fuerzan a mirarlos con detenimiento. El artista suele remitirse a esos dibujos que suelen realizarse en momentos de ocio sobre materiales no convencionales: las hojas se asemejan a las que contienen tabaco y son involuntariamente idóneas para desgranar figuras.
En el campo opuesto Vila apuesta a un efecto visual que incluye la pared toda. Cuelga papeles con tratamientos varios, sometidos al tenue movimiento que produce el viento. Así se recortan y vivifican figuras, a veces sospechados por el perfil que se delinea de modo prolijo. A veces se descubre una imagen como construcción multicolor, a veces el negro es excusa para un acabado dibujo. Ramos preside una de las paredes, enmarcado por dos columnas y con el piso de mármol, en damero. Es como si el espacio hubiera sido diseñado para albergar esta obra : por su ascetismo y la suprema austeridad del color natural del papel, el contraste no puede ser plásticamente mas apetecible. Ramos delinea una obra, ensamblaje de papeles, que solo autoriza profanar en un extremo por bien insertadas rayas, marcas trazas. Así rompe una armonía que hubiera pecado por ausencias.
Juan Burgos presenta un collage de una ciudad futurista de las de antes, si cabe la expresión. Alude a las urbes pergeñadas por los acólitos al futurismo italiano de la década de 1910 y que luego comprendió la llamada “ arquitectura moderna ”. El artista desarrolla una síntesis dantesca, donde se superponen monstruos y sueños.
M. Barh ( nacido en Stuttgart y radicado en Montevideo hace unos años), reitera su denuncia a la función del libro en la sociedad contemporánea. La disposición de los libros determina un movimiento mínimo de las hojas, conduciendo a la estética de un bandoneón. El efecto plástico que generan esos mamotretos, supuestos contenedores de la “ cultura”, sumergidos en el agua, es digno de interés. Producto de la descomposición de las amarillentas hojas, se van generando además, tan ignotos como dinámicos colores.
El austero catalogo en impoluto papel, se puede doblar como un barco ............
Enero de 2007
El papel de los papeles
por Santiago Hermida
Esta exposición reúne artistas de reconocida trayectoria que han dialogado íntimamente con el papel y han investigado en distintas variables expresivas. Las obras expuestas demuestran ser producto de una extensa investigación personal con el material, por parte de cada uno de los expositores : se trata de ocho artistas que expresan con y desde el papel, pero esto apenas esbozaría una definición de la exposición, ya que Papeles es, por un lado, una muestra de la versatilidad y singularidad de diferentes artistas contemporáneos a la hora de expresarse, empleando lenguajes análogos, en lo que tiene que ver con la técnica .
La muestra es también , a decir de la curadora “ un homenaje a Nelson Ramos”, fallecido hace poco mas de un año.
Pero la exposición es además la prueba de que el papel ocupa aún hoy, un lugar de importancia como medio de lenguaje para la expresión artística, en un tiempo en que, no solo en los campos del arte y la expresión, lo contemporáneo coexiste con lo tradicional.
En Papeles se pueden apreciar muy variadas soluciones plásticas.
Algunas obras, por ejemplo, son producto de la combinación de varios elementos y pueden ubicarse dentro de las llamadas “ técnicas mixtas”. Es así que además de la expresión en el plano, por medio del grabado en madera, emplean la tercera dimensión; el gofrado en el papel, producto de la presión sobre el mismo, conjugado con otros materiales y texturas. En frontal dialogo con esta tendencia se encuentra otro tipo de obra, mas despojada en cuanto a diversidad de materiales, pero muy expresiva y gestual. En este caso el artista se vale del collage con papeles rasgados o cortados y ciertas connotaciones de dibujo personal, desprejuiciado. A veces las distintas soluciones plásticas son producto de la sugerencia del propio material. Es así que en algunos casos, la obra excede el marco y lo abandona completamente; la obra adquiere entonces dimensiones variables y el tipo de papel, según sus características se expresa de manera diferente. Perfiles reconocibles en muchos casos, íconos de la cultura nacional, penden en movimiento aleatorio. Estas siluetas apenas son sugeridas por papeles de naturaleza diversa y en algunos casos también son intervenidos mediante la pintura, son rasgados o simplemente transparentan sugestivas veladuras, que en otros casos pueden invitar a la contemplación intima de pequeñas y delicadas ilustraciones a tinta sobre papel de seda, donde el juego de la transparencia y las dimensiones cumplen un rol fundamental. Tampoco esta ausente la propuesta mas refinada y prolija del collage de gran formato.
Tal vez lo mas destacable de la muestra sea la posibilidad misma de admirar y comparar la coexistencia de tan distintos lenguajes personales a la hora de la creación artística y la versatilidad en el empleo de un material tan noble como tradicional.
Es de interés también el lúdico diseño del catálogo, por poseer un formato fuera de lo convencional, que invita a confeccionar un volumen espacial propio - del usuario -, recontando y pegando imágenes de la obra del os artistas unto a sus datos biográficos.
La Diaria.
Febrero de 2007.
Un museo mejorado
por Nelson diMaggio
Con antecedentes del Primer Festival del Papel en 1992 de amplísimo registro de posibilidades expresivas, Papeles, proyecto curatorial de Gabriela Martínez Barbosa en las salas del Blanes, es muy modesto.
Reúne ocho artistas – Gladys Afamado, Washington Barcala, Ernesto Vila, Marco Maggi, Ricardo Lanzarini, Juan Burgos, Nelson Ramos, Michael. Barh, con el pretexto de utilizar el papel como soporte o estructura formal. Los elegidos podrían ser otros y el planteo, independientemente de los nombres, sería el mismo, sin ninguna necesidad o idea vinculante mas allá del común elemente empleado. Un sector funciona mejor, con el acierto en la ubicación de la obra de Burgos que atrae a la distancia, la disposición espacial de Vila y la acumulación geométrica de Maggi.
A la entrada las instalaciones de Bahr convocan el viejo clima espectral del museo.
El catalogo impone un original diseño.
La República.
Noviembre de 2006.
